Imposibles

Hay que admitirlo, y lo admito, siempre pretendo comenzar la casa por el tejado. Nada de cimientos, tejado.
Supongo que será por eso por lo que cada vez que lo termino se me cae encima... Y duele, muchísimo, demasiado, horrores. Hay veces que siento que agonizo.
Pero al final siempre pasa lo mismo: me levanto, me quito el polvo y vuelvo a construir otro tejado.
Mi sueño es llegar algún día a construir la casa... con cimientos y todo.
Y sentirme orgullosa, no estúpida, por haber construido una casa empezando por el tejado. Que esa pretensión mia se cumpla.

Niña, niña.

Y no, ya no soy esa niñita que sonreía cuando le regalaban una muñeca. Tampoco soy esa niña que hacia revistas con su amiga. Ni tampoco esa chiquilla que hacía muñequitos de nieve con algodón.
No. Soy esa chica que está todo el día pensando. Soy esa chica que se traba por todo. Soy esa chica que no suelta el ipod... ni la guitarra ni el piano. Soy esa chica que se siente libre cada vez que conduce, cada vez que camino sola, cada vez que observo las estrellas, brillantes, en lo alto del cielo.