un lugar en el que soñar

Dormir bajo la protección de un árbol, durante la noche estrellada. Las gotas de la leve llovizna acariciando mis mejillas mientras caen sobre el suelo. Observar la vida nocturna a mi alrededor seguir su curso.

Un bonito lugar para soñar, ¿No?

Septiembre

Nunca me paré a pensar que ocurriria a partir del mes que viene.

Como será septiembre.

Yo misma

Una vez una niña me preguntó:

-Mary, ¿Por qué no eres como todo el mundo? ¿Por qué no piensas igual? ¿Por qué no vistes igual?

Yo sonreí. Ella me observaba, expectante por mi respuesta:

-Pues verás, no me visto igual, no pienso igual, no soy como todo el mundo por la simple y sencilla razón de qué... soy yo misma.

Simpre me pregunté como sería vivir bajo el agua.

Y entonces me di cuenta

Tumbada sobre mi cama, observando el techo. Mis lágrimas enredandose en mi pelo en su camino hacia la almohada.

Fue en ese momento.

Entonces me di cuenta de verdad.

Los voy a echar mucho de menos.

Caminar bajo la lluvia

Yo quiero caminar bajo la lluvia, sin proteccion algunos sobre mi cabeza.

Yo quiero cambinar bajo la lluvia, yo quiero caminar bajo la lluvia, quiero empaparme, saltar y bailar, cantar, gritar. Gritarle al mundo que estoy viva y que estoy aquí, siempre he estado aquí... y no me pienso ir.

Sin título

-Acercate- le dijo- venga, acercate, no te voy a morder.

Ella dudaba, pero se acercó. Contemplaba el semblate tranquilo de él, esos ojos azules que la volvían loca. Ese pelo azabache y rizado, despeinado, rebelde, indomable... Esa sonrisa que era como la de un niño, te lo decía todo. Esos brazos que tan bien sabían como abrazarla y consolarla.

Sin darse cuenta ase había acercado demasiado, mucho, muchísimo. Él la miraba, y si, sonreía. Una sonrisa que le decía... Te quiero. Pero ella, pobre idiota, no se daba cuenta. Creía que solo ella le quería... que boba.

-Haber, bobita, dime por que te tienen tan concentrada mis labios- le susurró a ella.

Dió un respingo y se encontró a pocos centímetros de su cara, tocándole los labios.

No dijo nada, absolutamente nada, un absoluto silencio, solo alzó la vista. Le vió a él, tan cerca que podía sentir su respiración, respirar con él... escuchar su corazón, acelerado.

Un simple gesto. Solo hizo eso. Le acarició la barbilla y junto sus labios con los de ella.

La foto

Resulta curioso como se derraman mis lágrimas cuando veo aquella foto sobre mi cajonera. En ella salimos todos. No es que nos uniese un especial cariño, no es que nos quisieramos demasiado, es más, siempre había peleas y desacuerdos.

Pero aun así sigo pensando que me cuesta, me cuesta dejarlos atrás. A algunos los volveré a ver pronto, a otros no, quien sabe, quizás nos veamos dentro de 25 años... Fueron muchos, muchísimos años viendonos todos los días.

Y ahora lo se. Se que los enfados no significaron nada realmente. Siempre serán recordados los momentos felices, las risas... nuestros últimos momentos juntos, donde nos encontramos más unidos que nunca. Resulta sarcástico.

Eramos compañeros, todos, y eso era lo que contaba. Siempre nos quedará el 21 de mayo.

Si quiero puedo volar

Puedo desplegar mis alas negras y

lanzarme a explorar el inmenso cielo.

Atravesar las nubes, pegarle un mordisco a la luna cuando esta llena.

Tocar las estrellas, quien sabe, alomejor queman.

Podría hacer eso y mucho, mucho más... pero no se si quiero volar.